jueves, 23 de febrero de 2017

HIP2017: Balance de un éxito

Se cerraron las puertas de Hospitality Innovation Planet 2017, luces apagadas y el pabellón 4 de Ifema en silencio. Es hora de hacer balance.

Los números marean por sí solos:

-12.917 visitantes, 231 ponentes, 9.500 asistentes al HIP 4.0, 14 €millones de impacto económico en Madrid. Suma y sigue.

Las claves de este éxito son varias. En primer lugar, una organización impecable liderada por  Eva Ballarín a la que de paso agradezco que nos haya regalado un día más de la semana. Comenzar un domingo no es nada fácil, el sector hotelero lo tiene más libre, pero en hostelería es un día complicado.


A pesar de ello, fueron muchos los que acabaron el servicio del mediodía y salieron “pitando” hacía el Congreso.

En segundo lugar, el elenco de ponentes que fueron desfilando por las tres salas. Si nombres de la categoría de  José Andrés y Joan Roca, entre otros muchos,  deslumbran no quiero dejar atrás el resto de salas más pequeñas donde se “cocían“ cosas muy interesantes.



La segunda jornada estuvo interesante y tuvo como protagonista a nuestro chef “americano” que desgranó su filosofía y contó a la audiencia cómo incorporar la tecnología a su negocio con anécdotas graciosas que encandilan al público.


Frases como “Hacer un cochinillo al horno es un plato de lo más innovador y difícil que hay “o “Me da miedo pensar que el cocinero será sustituido por un robot pero hay que adaptarse  a la realidad” en relación a la polémica creada por Bill Gates, dieron mucho juego. Eso sí, dando valor al equipo humano “Nosotros somos la tecnología por la que hay que apostar”

El cierre, a cargo de Joan Roca, fue la traca final de todo el espectáculo. Enamora, encandila, te atrapa desde el primer momento. No miento ni exagero cuando afirmo que fuimos muchísimos los que nos emocionamos con su ponencia.


Un proyecto de vida en el que te implican. Sí, definitivamente los hermanos Roca son de otro mundo y tendremos muchos años más de grandes sueños y enormes sorpresas.

Joan plasmó una vez más la importancia del equipo. De ahí que los martes cierren el restaurante (con el coste que ello implica) para sentarse y escuchar a su personal. Hablar, reunirse, dialogar y, sobre todo, escucharlos. 

Una muy buena manera para evitar los conflictos que se generan en un entorno tan competitivo como la alta cocina, una idea para canalizar el talento de cada uno. La innovación debe ser humana.

“Dedicar tiempo a la formación, a la investigación, al dialogo”
“Ir con la mente abierta por el mundo es otra manera de innovación”
“La cuestión es no dejar de pensar y hacer cosas nuevas”

Otra clave, y para mí quizás la más importante, ha sido plantear este Congreso como un evento profesional, sí, verdaderamente profesional, aunque parezca obvio. Elementos como la luz, el mobiliario o la distribución de la zona de ponencias hacía que te sintieras cómodo y bien recibido, generando networking y fluyendo sinergias.

Es decir, fue factible crear una red de contactos a nivel profesional para generar nuevas oportunidades profesionales o clientes para el negocio, por ejemplo.


Hemos salido de las frías salas de un Palacio de Congresos, de la luz blanca aséptica de las ferias de Ifema, sin ningún espacio para sentarse, para recalar en el espacio idóneo, en la plataforma perfecta para el lanzamiento de nuevas propuestas, ideas, y contactos.

Un invernadero con la temperatura y condiciones idóneas, repleto de innovación, estrategias, formación y soluciones específicas para cada segmento del sector.

Y añado más: no hemos echado de menos a los visitantes que se dedican a pasear el palmito cerveza en mano y a los “canaperos” varios. Es verdad que me podéis corregir y decir que alguno habría, pero insisto en que apenas se notó, que, en todo caso, no visitó las ponencias, y que el número y nivel de los visitantes profesionales los eclipsó totalmente. Un congreso profesional para profesionales.


¿Se puede pedir más? Sí, que llegue pronto el siguiente porque ya es un referente en España.

En definitiva, un gran éxito en todos los sentidos y un augurio, el HIP2018 está en marcha y será aún mejor. ¡Habrá “tortas para entrar”!

 Ya me lo diréis vosotros.

Notas personales: 

Mi agradecimiento a Ana Hernández por su invitación y por brindarme la oportunidad de disfrutar con este Congreso. Amplío agradecimiento a Teresa S. Sicilia por facilitarme la labor.

Gracias a May Zircus por las dos fotos de Eva Ballarín


lunes, 20 de febrero de 2017

HIP17:Eva Ballarín revoluciona Madrid

Ayer abrió sus puertas en IFEMA HIP17, (Hospitality Innovation Planet) en lo que seguro será un congreso de referencia en el mundo de la hostelería y la restauración en España.



Durante tres días más de 200 ponentes nos ofrecerán sus experiencias, nos hablarán de las tendencias que vienen y palabras como innovación, autenticidad o habilidades serán muy repetidas.

En este primer día brillaron, por varias razones, algunos de los participantes. En el acto de apertura Rafael Ansón aportó datos que creo que no hay que olvidar: hace 20 años ningún turista venía a España por nuestra gastronomía. A día de hoy, de los 75 millones que nos visitan, 10 millones vienen por motivos gastronómicos. Ahí es nada.



Para los que puedan pensar que se mueven por amor a nuestras valoradas estrellas Michelín, decirles que están muy confundidos, “sólo” 100.000 de ellos lo hacen. ¿Sorprendidos? Yo sí. El resto, y si restáis son muchos muchísimos, les mueve nuestra materia prima, nuestra cocina de toda la vida, la tradicional, y la hospitalidad entre otros motivos. Insisto, son datos que no debemos de olvidar porque en ese aspecto somos afortunados.

Dicho de manera coloquial: hay una “jartá” de gente que viene directamente a comer a nuestro país. Son unos datos para sentirnos orgullosos y, al mismo tiempo, responsables. Creo que tenemos que cuidar este sector con nuestro mejor producto y con nuestra mejor sonrisa, entre otros aspectos que hoy no valoraré pero que todos sabéis.

De otro mundo es Eva Ballarín, consultora, asesora y formadora entre otras ocupaciones, además de Directora de este congreso

Escuchar a Ballarín es estar alerta en todo momento porque no sabes dónde va a colocar una de sus “perlas”. Con un lenguaje claro y conciso engancha desde el primer minuto. ¿De qué si no comienza con una frase de Víctor Hugo? “Lo que conduce y arrastra el mundo no son las máquinas, son las ideas”. Una masterclass de media hora digna de tenerla al alcance de la mano, en la mesilla de noche, por ejemplo, para releer o escuchar antes de dormir.



Sí, Ballarín nos recuerda que los comensales pagan dinero por las experiencias, por las emociones. Ya no vamos simplemente a comer: queremos, necesitamos, la autenticidad sin disfraces. De ahí que los establecimientos tengan que reinventarse e innovar constantemente.

Otra clave, según la Directora del congreso, es que actualmente disponemos de tanta información que prácticamente vivimos digitalizados. Nos hemos vuelto globales y holísticos, aunque es significativo que siempre volvemos a nuestro origen, a las recetas tradicionales, al pueblo vamos.

Eso sí, el gran reto de los establecimientos sigue siendo el mismo: la satisfacción del cliente.

Ana Escobar desgrana su experiencia con cuatro casos prácticos en la ponencia “Hacerlo bien y hacerlo saber”. Demuestra cómo la estrategia de comunicación y RRPP puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en un negocio hostelero.

Una exposición fresca y divertida donde nos cuenta, entre otras vivencias, cómo realizó la comunicación de Tatel y Fismuler, por ejemplo.

Sin mucho tiempo para escuchar a Diego Coquillat (lo siento amigo, es lo malo de querer asistir a ponencias solapadas) me paso para escuchar cómo Oriol Castro y Eduard Xatruch nos desgranan su aventura a la hora de montar sus dos restaurantes:  Compartir (Cadaqués) y Disfrutar (Barcelona) (¡me encantan los nombres!)



Sorprendieron a todo el auditorio al narrar como llenaron el local de cajas y poliespan para ver los espacios y colocar en “tres dimensiones” lo que iba a ser su restaurante. Alabo su idea de negocio y su filosofía culinaria. Da gusto cuando chefs de esta categoría te cuentan anécdotas “terrenales” que cambian su vida y lo que va a ser su futuro negocio.



Alguna de las ponencias de la tarde no cumplieron mis expectativas, aunque destaco la intervención de Nagore  Irazuegi de Arima Basque Gastronomy por su frescura y por hablar tan claro. Hacía tiempo que la expresión “me he llevado muchas ostias” no tenía tanto sentido. 



Me emocionó escuchar el motivo por el cual abrió un restaurante en Madrid: “Venir a Madrid era mi momento vital, era el momento”. Después de mucho trabajo para llevar a cabo esta creencia, ahora está arrasando en la Calle Ponzano.

Gran trabajo de Alexandra Sumasi moderando la mesa “Tengo un sueño: de la mente a la realidad” donde Nino Redruello (Fismuler) y Santiago Pedraza (Taberna Pedraza) acompañaron a Nagore relatando sus experiencias.



Tras estos apuntes, me ilusiona saber que aún quedan dos días en los que tendremos la oportunidad de seguir escuchando estas historias de vida.



Y me quedo para terminar con esta frase de Ansón:” La Gastronomía es la industria de la felicidad”

Sigamos haciendo felices a los clientes por favor.


miércoles, 8 de febrero de 2017

Ars Vivendi: La cocina que emociona

La historia de Rosa y Dino (María Rosa García Manso y Dino Nanni)  es una de esas que te emociona. Es como una buena película que se va desgranando en cada plato, en cada palabra, en una larga conversación a modo de sobremesa.

Mi primera pregunta fue, ¿Por qué un italiano? La casualidad, que no existe, se cruzó en su vida.
Rosa se fue a vivir a Alemania con sus padres, como muchos miles en aquella época, y conoció a Dino. Un día cualquiera, el restaurante de abajo de su casa se quedó libre y pensaron en cogerlo para probar. Era una Trattoria y de ahí que ahora siga con lo italiano y, como digo yo, con sus cosas. Porque su toque es especial.

Sí, seguramente podría haber sido otro restaurante, un alemán o un turco que abundan y podrían estar sirviendo salchichas, codillos y cervezas. Pero es un italiano y se llama Ars Vivendi



Y Rosa comenzó a llevarlo con la ayuda de la anterior dueña, Concetta, de una manera muy curiosa. Porque cuando no sabía hacer algo Rosa llamaba al telefonillo y le preguntaba:
-Concetta, come si fa la putanesca? Y ella le cantaba los ingredientes para que Rosa volviera a la cocina y comenzara a prepararla. 

Así comenzó la historia y así empezaron a crecer en todos los sentidos, arrancando experiencia a base de paseos al telefonillo, mucha voluntad y sobre todo, inmensas ganas de aprender.

Hoy, tras su paso por Italia y Majadahonda, siguen con la misma filosofía, con las ansias de seguir evolucionando y creciendo. Ars Vivendi está en la calle Zurbano 6 y es un lugar acogedor, te sorprende al entrar. Una cuidada luz y sus mesas perfectamente vestidas te hacen sentir muy cómodo, tanto que te sentarías a leer el periódico en uno de sus rincones.


Dispone además de tres reservados con capacidad para 6, 8 y 25 personas que se convierten en el salón de tu casa automáticamente.

Dino dirige la sala magistralmente, te asesora en vinos  con una carta muy cuidada y sobre todo muy ajustada en precio. Es como una bailarina que se va moviendo sigilosamente pendiente de cada detalle, sin molestar, pero siempre está ahí cuando lo necesitas.

Rosa y su equipo de cocina van desglosando los platos y comenzamos por un ravioli de parmesano con trufa y boletus contundente que explota en boca. Toda la pasta es fresca y se hace diariamente en el restaurante.



La Burrata aterciopelada, casera, rellena de stracciatella es otro de sus básicos y nos descubre , como algunos ya sabíamos, que este tipo de queso sirve para algo más que una ensalada tan denostada en muchos restaurante (imaginación al poder por favor).



También muy curioso es el Midolo (Tuétano) con puré de manzana servido en focaccia. Divertido y resultón.(tuétano al poder ya)




Su plato insignia sea quizás el huevo frito sobre timbal de patatas, queso ahumado, foie y trufa. Y no es de extrañar porque sólo con mirarlo se comienza a salivar. Con una presentación maravillosa el bocado no defrauda en cuanto a sabores y texturas. Una elaboración exquisita que encumbra al huevo a plato gourmet.



Otra sorpresa fue la merluza que, acompañada de crema de cangrejo, mejillones de roca, puré de apionabo y pandan me impresionó gratamente por el juego de sabores que se va creando. El pescado perfecto en su ejecución.


En cuanto a pasta pude probar los Taglionni al Peppone, con vodka y tomate, así como la carbonara y he de decir que ambas eran esplendidas, al dente (ya sabéis, firme pero no dura) que te transporta a la trattoria  de toda la vida.


Si eres capaz de llegar a los postres, cosa que te recomiendo, no te pierdas el Tiramisú Clásico o el Soufflé de Chocolate Guaranda

Sin duda alguna la cocina de Rosa es cocina de sabor con honestidad y respeto de la materia prima.
Pero la lucha y el afán de superación no se queda ahí. Hace más de un año una persona muy cercana a ella fue diagnosticada con insuficiencia renal y comprobó   de primera mano que la alimentación de estas personas era bastante pobre y carente de sabor.


Desde entonces Rosa ha llevado a cabo un espectacular trabajo de investigación en su cocina hasta conseguir un menú repleto de alimentos hasta ese momento prohibidos para este colectivo. Todo un logro en el que algunos de los hospitales más prestigiosos ya están interesados.

Pero eso ya es otra historia que merece ser contada en otra ocasión con más detalle.


Restaurante Ars Vivendi
C/Zurbano 6-Madrid
Teléfono: 913-103171

Ticket medio:45-48 €