Agosto, el mes por excelencia de
vacaciones en España, ciudades a medio
gas.
Oportunidad perfecta para
descubrir a golpe de paseos o desplazamientos cortos en coche, los lugares que están abiertos en Madrid y
disfrutarlos a 23 revoluciones, sin prisa, sin otro acto o presentación. Placer
en los detalles.
Y ahí está el Restaurante Caray. Lo primero que te
encuentras es su impresionante barra diseñada por Lorenzo Castillo. Apetece tomarse
un Jerez o un Martini.
El restaurante, amplio, cómodo y
sugerente invita a dejarse llevar. Y más cuando es Miguel Ángel Román quién tiene la batuta en
la cocina (Chef que ya conocemos de la mítica
Montería), y Valerio Carrera, Jefe de Sala
y Sommelier junto a un equipo impresionante de profesionales.
Para esta ocasión tuve la suerte
de tener en nuestra mesa un menú en el que el queso era ingrediente fundamental
gracias a nuestra compañera, la periodista gastronómica Concha Crespo.
Comenzó el almuerzo de forma espectacular, con un Palo Cortado de 20 años, Wellington, de Bodegas Hidalgo La Gitana
... que acompañó a la tosta de Foie y Queso Parmesano con 12 meses de curación que equilibra el conjunto.
Cambiamos de vino y plato. Milhojas
de remolacha con queso Laguna de
Miraflores (Sierra de Madrid) y anchoa. Sin ser muy amante de la remolacha debo
admitir que el plato es redondo, el queso aporta el sabor y textura perfecta que se complementa con el resto del
plato. El queso potente, lleno de sabor da un toque muy elegante.
Riesling alemán, excelente, que acompaña perfectamente.
La ensalada de tomate, Jamón Ibérico y Queso Parmesano (también
de 12 meses de curación) es correcta. Subiría a otro nivel si el tomate fuera de huerta y
el Parmesano de unos 24 meses.
Para los platos principales llegó
la gran sorpresa en cuanto a vino. Valerio nos descubrió una Garnacha Tintorera
de Almansa que sin duda fue un acierto, Laya 2009. Aterciopelado y
envolvente acompañó en perfecta armonía
al Risotto de setas y crujiente de Queso (otro gran acierto que le da la
salinidad al plato).
Terminamos los platos
principales con carne. Cerdo con salsa
de tres quesos, en la que el Manchego sobresale y se agradece.
En los postres tampoco podía faltar el queso. Un cremoso con
frutos rojos frescos. El conjunto es
espectacular: suave, delicado, sutil, equilibrado, se deshace en boca.
Acompañado de un vino dulce pasificado siciliano, Ferrandes
(Passito di Pantelleria 2007), rematamos con una tabla de quesos seleccionada.
Queso de cabra Miraflores,
untuoso e ideal para comenzar la tabla. Ubriaco Siciliano, corteza lavada con
vino tinto y uno de los preferidos en la mesa. Estaba en su mejor momento.
Majorero al Pimentón de Fuerteventura y Embrujo de la Sierra.
También destacable en Costa Negra, queso catalán de leche cruda y con
corteza negra debido a la ceniza. Su sabor es dulce con un toque ácido al final
y fundente en boca.
Por último, otro broche en la tabla, el Queso Azul de
Aquitania.
Una fina corteza natural
cubierta casi por completo de moho blanco. Textura cremosa, mantecoso y sabor a
nuez, ligeramente salado y con
retrogusto penetrante, como corresponde a los quesos azules que se
precien.
Todo
un placer para los amantes del queso con una armonía y acompañamiento en cuanto
a vinos excelente.
Para
terminar, me gustaría también destacar
su cocina de mercado. Este mes de Agosto Caray propone viajes infinitos.
Miguel Ángel Román propone escapadas de estío por Cádiz o Galicia, por
ejemplo, sentado ante mesas de mármol desde las que el Atlántico, el Cantábrico
y el Mediterráneo llegan a la boca con los sabores y las texturas de las
croquetas de ortiguillas, las gambas invertidas, el pulpo tempurizado, el
atún, las almejas, los mejillones o… el bonito recién pescado en Burela y
aromatizado con lemongrass.
Una muy buena opción para los que
aún estamos por Madrid y para los visitantes.
Precio medio por persona: 40 €
(sin bebida)
Hermosilla 2, Madrid 28001
Esquina del Hotel Gran Meliá Féniz
Aparcacoches
91 4857801
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