Entre el 15 y el 19 de septiembre
se celebró en Bra, Italia, una nueva edición de la Feria Slow Food CheeseBra2017,
una cita que no hay que perderse. El encuentro bianual por excelencia de los
quesos de leche cruda.
Todo ello está bajo el paraguas
de Slow Food, movimiento a nivel mundial que nació de la mano de Carlo Petroni
en esta ciudad del Piamonte italiano y que está presente en más de 150 países.
A los miembros de este proyecto les une el placer por la buena comida, el
compromiso con su comunidad y el medio ambiente.
Partiendo de esta base, el
CheeseBra es una declaración de intenciones con quesos de leche cruda donde se
dan cita los mejores quesos, sus elaboradores y los afinadores más
prestigiosos.
Comenzamos por el principio, por
un buen principio. La ciudad de 30.000 habitantes se vuelca con esta cita.
Es
difícil encontrar rincones donde no sólo está presente en cada esquina el
movimiento, también donde el queso forma parte de su vida y así lo demuestran.
Escaparates con artículos específicos para el queso, menús con queso, tiendas
de ropa con camisetas, bolsas de la compra con imágenes. Aquí todo es por y
para el queso.
Su cultura “quesera” es tal que
el lunes de la feria los colegios visitan los stands, para que los niños puedan
ver tal espectáculo, hacen talleres con guiñoles para diferenciar los tipos de
quesos, elaboran helados con queso….
Más de 3.000 quesos diferentes
con unos 300 expositores disponen de cuatro días para dar a conocer y, sobre
todo, defender su trabajo. Sorpresas como unos pequeños quesos franceses de
apenas 100 gramos con una maduración casi imposible de hasta cinco años, quesos
de Eslovenia donde las plantas aromáticas son parte esencial. Curioso su queso
de té negro.
La representación española fue la
más nutrida tras los italianos. Y eso que el lugar elegido para ubicarlos no
era el mejor ni mucho menos. Más de diez queserías artesanas estaban presentes
(Rey Silo, Cortes de Muar, Quesería 1605,Mare Nostrum, La Cabezuela, La Antigua de Fuentesaúco,Moncedillo, Finca Pascualete , Artzai Gatzta…).
Eso sí, a pesar de su
mala situación dejaron el pabellón muy alto demostrando que se está haciendo un
excelente trabajo con unos productos que no tienen nada que envidiar al resto
del mundo. Ya vamos sin complejos.
Ya he comentado varias veces mi
opinión respecto a la situación del sector quesero de nuestro país e insisto en
que hay que trabajar todos en la misma dirección. Tenemos una gran oportunidad
con la revolución que desde hace años se está produciendo y hay que saber
manejarla para que no se quede en flor de un día.
La carpa más especial para mí era
la de los afinadores. Todos los grandes estaban allí: Marcel Petite, Cravero(mi
siguiente artículo será sobre ellos), Neal`s Yard, L'amuse,Occelli, Mons, Van Trich….
Pude por fin conocer a Rogue Cremeary
de Oregón (USA) y degustar el River Blue, un queso azul con toques añejos a
mantequilla, brandy, avellanas y peras. Lo descubrí gracias a Salvador Valero
de Bon Fromage (Mercado Chamartín, Madrid) donde lo suele tener.
También traían el Smokey Blue,
ahumado sobre cáscaras de avellana de Oregón y con un sabor a nueces, caramelo
y hongos. Ambos de lo mejor que he probado últimamente. Y os doy un aviso. No
perdáis de vista a USA en tema de quesos, lo están haciendo muy, muy bien con
Wisconsin a la cabeza.
Otro de los memorables momentos
fue acercarme a L’amusse y que Betty Koster sacara de una mochila sus quesos
más apreciados. Su cata fue la mejor de toda mi estancia en Bra. Goudas mimados
con maduraciones largas que recordaban a toffe y caramelo y aromas especiados.
Otro de sus tesoros es la mantequilla,
pero imposible traerla a España. Uno de los mejores bocados fue una cracker con
su mantequilla y un poco de queso Gouda. Pienso repetirlo en España varias
veces.
Si te pasas por su tienda de Ámsterdam no dejes de probar el Brabander
Gouda de Cabra con una buena cerveza amarga.
Sí, Bra es la cita en la que
todos deberían estar. Es el momento de dar a conocer y defender tus quesos. Es
la oportunidad de demostrar que nuestros elaboradores hacen unos productos extraordinarios
y que siguen luchando día a día por sacar lo mejor de ellos.
Quesos con formas diferentes, con
ingredientes impensables. Mil y un quesos distintos que siempre tienen la atención
de los que sentimos pasión por ellos. Pasión y respeto por todo aquel que se
embarca en estos proyectos. Y toda mi admiración también.
Se cerró el telón este año en
Bra, ya estamos esperando que llegue 2019 para regresar. ¡Viva el queso! #saycheese